Manuel Francisco dos Santos ha sido uno de los mejores punteros derechos de la historia. Ganó el Mundial de Fútbol de 1958 y 1962 al lado de Pelé. Fue figura del Botafogo por más de 10 años pero su vida era desordenada por el alcohol y las mujeres.
A mediados de 1968 ‘Mané’ tenía 34 años y hacía varios meses no era el jugador importante que todos conocían. Estaba entrenando en Buenos Aires con Boca Juniors aunque no pudo llegar a un acuerdo contractual. Por esos días el futbolista mantenía una relación sentimental con la cantante de samba Elza Soares, mujer por la que dejó a su esposa.
De 1954 a 1965 el Atlético Junior no había podido participar en el campeonato colombiano por problemas económicos. En su vuelta ocupó la mitad de la tabla los dos primeros torneos y en 1968 los directivos buscaban la contratación de una estrella para llevar más gente al estadio.
Por medio del directivo Carlos Ariano llegó la idea de contactar a Garrincha en Argentina. El brasilero no quería ningún tipo de contrato formal y la negociación terminó con 600 dólares por partido jugado. El trasfondo de su llegada a Barranquilla era que supuestamente Elza Soares se presentaría en la ‘arenosa’.
El lunes 19 de agosto aterrizó el ex campeón del mundo en la capital atlanticense. Se dice que más de 2.000 personas atravesaron las rejas del aeropuerto para recibirlo. Estaba un poco subido de peso pero aseguró que pronto se pondría bien físicamente. Garrincha se hospedó en el Hotel Majestic y su estadía en un comienzo sería hasta el mes de noviembre.
Seis días después llegó el tan esperado debut de ‘Mané’. Junior, dirigido por el uruguayo ‘Marciano’ Miloc, recibía a Independiente Santa Fe. Durante la semana cientos de personas asistían a los entrenamientos donde Garrincha compartía con sus compatriotas ‘Maravillita’ Lima y Ayrton. Además, en la nómina también estaban Mario Thull, Arturo Segovia, Hermenegildo Segrera, entre otros
Los tiburones empezaron ganando con gol de Lima y antes del primer tiempo Santa Fe remontó con Delio ‘Maravilla’ Gamboa y Alfonso Cañón. Al comienzo de la parte complementaria empató Ayrton y luego Cañón le dio la victoria a los bogotanos por 2 – 3 en el Romelio Martínez. Las crónicas de la época contaron que Garrincha no era rápido pero se cansó de mandar centros al área que no fueron aprovechados.
La siguiente semana Garrincha no entrenó con el equipo titular sino que buscaba ponerse en forma. Sin embargo, varias personas lo veían en la piscina del hotel tomando mucha cerveza y en los estaderos bebiendo whisky. Por su parte, el técnico no lo llevó a Cúcuta esperando que siguiera mejorando su condición física.
Todo terminó cuando el brasilero se dio cuenta que Elza Soares nunca iría a presentarse a Barranquilla. Después de 24 días y un partido jugado, Garrincha se fue el miércoles 11 de septiembre e intentó continuar su carrera en el Flamengo y Red Star París sin mucho éxito. “La alegría del pueblo”, como lo apodaron, moriría a los 49 años sumido en la miseria a casusa de varias enfermedades.