El defensa que se despidió de su equipo disparando al aire en el entrenamiento

En Colombia el fútbol da para todo tipo de anécdotas. A lo largo de la historia han existido muchos jugadores polémicos y que sus actitudes fuera de la cancha han sido muy cuestionadas. Uno de ellos hizo algo que extrañamente pudo verse en otro lugar del mundo y meses después tuvo un lío judicial grande por otro hecho.

Manuel Galarcio se dio a conocer en el Atlético Bucaramanga a mediados de los 90. Luego pasó por Once Caldas, Alético Nacional y Junior. Jugó en el Atlante de México, alguna vez fue a San Lorenzo donde no jugó y en 1999 lo convocaron a la Selección Colombia. Para el 2004 hacía parte del Valledupar F.C en la B e hizo parte de un polémico partido ante el Real Cartagena que le dio a los “Heroicos” el paso a la final. Los cartageneros lograron el ascenso y en 2005 ficharon a Galarcio para competir en Primera División.

“¡Somos corruptos!”, el grito de algunos hinchas en un escandaloso partido

En el primer semestre el Real Cartagena hizo una aceptable campaña al ocupar el puesto 12 y quedar a solo 2 puntos de clasificación a los 8. Para el Finalización los de Hernán Darío Herrera se clasificaron en el sexto lugar y luego ganaron su cuadrangular por encima de Medellín, Santa Fe y Pereira. El equipo contaba con jugadores como: Didier Muñoz, Pedro Tavima, Carlos Valdés, Fram Pacheco, Luis Omar Valencia, Carlos Preciado, Carlos “Telembí” Castillo, Jámerson Rentería, entre otros.

Deportivo Cali era el rival en la final y existía una gran particularidad. Pedro Sarmiento dirigía al cuadro “azucarero”, no solo era gran amigo de Hernán Darío Herrera sino que compartían familia, las esposas de ambos entrenadores eran hermanas. La ida se jugó en Cartagena y el Cali ganó 0 – 2 con anotaciones de Hugo Rodallega. Faltando 1 minuto para terminar el partido el árbitro Fernando Panesso expulsó a Manuel Galarcio por una fuerte protesta al juez de línea.

Pablo Escobar y su venganza a dos históricos futbolistas

“Yo protesté una determinación que consideré injusta. Ahora el equipo puede sacar un buen resultado en el juego de vuelta y está mentalizado para eso”, dijo Galarcio al final del partido. Desde comienzos de diciembre de 2005, antes de la final, ya existía un rumor de que Hernán Darío Herrera en 2006 iba a dirigir al América de Cali y además que varios jugadores del Real Cartagena se irían con él.

Manuel Galarcio había tenido problemas fuera de las canchas en el pasado. En 1998 fue detenido en Bucaramanga por haber usado su revólver en un sitio público y en 1999 en estado de embriaguez se estrelló con un taxista en Barranquilla a las 2:00 am. Sin embargo, lo que hizo previo al partido de vuelta de la final en 2005 ante el Cali no tiene precedentes. Galarcio estaba suspendido por su expulsión y no iba a jugar el partido definitivo.

Campo Elías Terán Jr cubría los entrenamientos del Real Cartagena y recordó una anécdota en el programa “Primer Toque” de Win Sports en 2020. En la última práctica antes de viajar a Cali, Galarcio no estaba presente al comienzo. Campo Elías se ubicó en la tribuna del Estadio Pedro de Heredia junto a otros periodistas y Maribel López, esposa de Hernán Darío Herrera. En algún momento llegó el defensa y los saludó cordialmente.

Galarcio entró al campo de juego y en la mitad de la cancha sacó un arma y disparó tres veces al aire. “Chao, el año que viene no sigo”, habría dicho el capitán del equipo. “A mi me tuvo que agarrar Mary, la esposa del ‘arriero’, porque yo iba a salir corriendo”, recordó Campo Elías Terán en Win. Manuel Galarcio ya tenía todo arreglado para irse al América en 2006. En el Pascual Guerrero el Cali se impuso 1 – 0 al Real Cartagena y ganó su octavo título el 18 de diciembre de 2005.

A los pocos días se confirmó a Herrera como nuevo técnico del América y aparte de Galarcio se llevó también a Didier Muñoz y Carlos Preciado. Al defensa no le fue nada bien. En marzo de 2006, Manuel Galarcio en estado de embriaguez arrolló a unos ciclistas en Cali, dos de ellos perdieron la vida. El jugador aceptó cargos por homicidio culposo, aunque nunca fue a la cárcel y debió pagar un dinero. Galarcio siguió su carrera futbolista y en algún momento aseguró unirse a Dios, cambiar su estilo de vida y creó una Escuela de Fútbol.