Cuando Ochoa Uribe recuperó a Cañón quitándole la fritanga

Es uno de los máximos ídolos de Independiente Santa Fe, pero con otro rojo también dejó su legado. Muchos ya lo creían un exjugador y con un arduo trabajo volvió a mostrar toda su calidad. Uno de los técnicos más importantes en la historia del fútbol colombiano encontró la clave.

Alfonso Cañón era el típico jugador bogotano, no contaba con un físico no muy prodigioso y aun así con su calidad técnica podía suplir esa deficiencia. Desde niño debió trabajar para ayudar a su familia y eso lo combinó con el fútbol aficionado. A los 13 años entró a trabajar como mensajero a Santa Fe donde Alfonso Sepúlveda descubrió su talento con el balón. Cañón debutó en 1964 con solo 18 años.

Gabriel Ochoa Uribe dejó Millonarios en 1963 tras diferencias con los directivos y lo contrató Santa Fe con el que fue campeón en 1966. El técnico fue quien le dio la confianza al joven volante para ser titular. El ‘Maestrico’ también obtuvo los títulos de 1971 y 1975 con el equipo de sus amores. En 1977 el ídolo se marchó al Bucaramanga y para 1978 se quedó sin equipo con solo 32 años. De otro lado, Ochoa Uribe se había vuelto a marchar de Millonarios en 1977 y aceptó una oferta del América en 1979.

“¿A quiénes va a echar? Todo el mundo dice que este equipo no vale nada”, le preguntó ‘Pepino’ Sangiovanni, presidente ‘escarlata’, al Dr. Ochoa Uribe. El entrenador respondió que no le tocara el equipo y que apenas necesitaba unos 2 o 3 jugadores. El año anterior el América había sido último en el cuadrangular semifinal. Antes de iniciar la pretemporada Ochoa Uribe viajó a Bogotá para ver el tradicional Torneo del Olaya y ver jugadores.

Junto al ‘Loco’ Arroyave, histórico formador y cazatalentos en Millonarios, observaron varios partidos. “Aquí no hay nadie que sepa jugar bien. Son correlones, pero no saben pasarla, no saben parar un balón, no saben cabecear, no saben nada. Y yo no voy a hacer el oso de llevarme un jugador de aquí para Cali así”, le dijo Ochoa a Uribe a Arroyave. El ‘Loco’ le dijo que estaba exagerando, pero el técnico aseguró que el único era el gordo Cañón.

Ochoa Uribe apostó por el experimentado jugador que ya estaba retirado, aunque con una advertencia: “Tienes 14 kilos de más, de una vez te aviso, hasta que no tengas 62 kilos que es tu peso para tu estatura de 1.62 no te saco de Bogotá”. Ochoa le dejó al ‘Mono’ Rubio para que lo prepara físicamente en la Escuela Militar. Una de las advertencias más importantes se la hizo el técnico a la esposa de Cañón y es que debía cuidarlo para que dejara el tejo, la cerveza y la fritanga.

“Era fritanguero a morir”, recordó Ochoa Uribe en una entrevista con CaliTV. Hasta marzo pudo ponerse en forma el ‘Maestrico’ y llegó a reforzar una nómina que contaba con jugadores como: Carlos Alfredo Gay, Luis Alegría Valencia, Aurelio Pascuttini, Gabriel Chaparro, Luis Eduardo Reyes, Wilson Américo Quiñónez, Juan Manuel Battaglia, Gerardo González Aquino, Víctor Lugo, Jorge Ramón Cáceres, entre otros.

Alfonso Cañón fue pieza vital en el campeonato donde el América ocupó el mejor puesto en el todos contra todos y el segundo en el cuadrangular semifinal. Ya en el grupo final enfrentó a Junior, Santa Fe y Unión Magdalena. En el último partido, “aquel 19 de diciembre” como lo conocen los hinchas americanos, ‘La Mechita’ derrotó 2 – 0 al Unión con goles de Alfonso Cañón y Víctor Lugo. América ganó su primera estrella y Cañón estuvo con los vallecaucanos hasta 1980. Al siguiente año regresó a Santa Fe y se retiró.

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