El sicario que llamó a Hernán Peláez luego del asesinato de un árbitro

Los últimos años de la década del 80 fueron unos de los más difíciles para Colombia. El narcotráfico estaba inmerso en gran parte de la sociedad, como en el fútbol, y la violencia era pan de cada día. El campeonato de fútbol debió suspenderse y quedar desierto por primera vez.

Álvaro Ortega fue asesinado el 15 de noviembre de 1989 luego de ser juez de línea en un partido Medellín vs América. Desde la tarde al árbitro bolivarense lo habían amenazado con una llamada que recibió en el Hotel Nutibara. La razón del atentada era un gol anulado a Carlos Castro días antes en un América vs Medellín en el Pascual Guerrero. Siempre se ha dicho que Pablo Escobar, hincha del DIM, fue quien mandó a asesinar a Ortega según una declaración de ‘Popeye’.

El jueves 16 de noviembre todos los programas radiales de la mañana abrieron con la noticia del asesinato. Todo ocurrió sobre las 11:00 pm del día anterior por lo que no se conocían aún todos los detalles. Hernán Peláez llegó muy temprano a Caracol Radio como de costumbre y le avisaron que tenía una llamada. “Doctor Peláez, le habla una de las personas que participó en lo de Álvaro Ortega”, le dijo un hombre al periodista. Así se lo relató el comunicador a El Tiempo.

Peláez le cuestionó su terrible acto y el supuesto sicario respondió: “Doctor, es que nosotros hemos perdido mucha plata. Yo no le voy a dar cifras, pero nuestros patrones perdieron mucha plata porque teníamos un marcador que era justo en el América – Medellín y ese árbitro lo descuadró. Además, le estamos mandando la ropa de este árbitro a Alex Gorayeb. Le quiero advertir que hay otro árbitro que se está portando mal con nosotros”. En aquel momento Alex Gorayeb era el presidente de la Dimayor.

El doctor Peláez quiso poner a prueba a su interlocutor y le pidió que le diera un número en Medellín para devolverle la llamada. El supuesto sicario se lo dio y efectivamente cuando el periodista llamó a ese número unos minutos después le contestó. Más adelante Peláez dijo al aire que el campeonato debía suspenderse porque no era simplemente la trágica muerte de Álvaro Ortega, sino que cualquiera que atentara contra los intereses de los apostadores estaba en riesgo.

Era una época donde se vivía con miedo y se desconfiaba de todo mundo.  Hernán Peláez aseguró que botó el número telefónico y “no vaya a venir ningún policía a averiguarme porque no voy a contarles nada, de una vez para que sepa el director del DAS Maza Márquez”. Efectivamente el campeonato se suspendió y en este caso nunca avanzó la investigación ni se capturó a nadie.