septiembre 09 de 2020
Felipe Valderrama - @ValderramaFeli
Antony de Ávila, Falcao García (niño) y Radamel García (1991) / @HINCAPIEDATOS
En la costa de Colombia el béisbol también ha sido el deporte rey y al igual que el fútbol se juega en las calles. Dos de los grandes delanteros que nacieron en Santa Marta pudieron decidirse en algún momento por los ‘hits’ y no por los goles. Sin embargo, su talento con los pies fue mayor y terminaron inflando las redes rivales.
Por: Felipe Valderrama - @ValderramaFeli
Tras los pasos de “Pipón”
Armando “Pipón” de Ávila fue una de las figuras de la Selección Magdalena de béisbol que ganó el campeonato nacional de 1958. También integró algunas Selecciones Colombia y tras su retiro trabajó como operario en la terminal marítima. “Pipón” tuvo 4 hijos varones y soñaba con que alguno de ellos siguiera sus pasos. Anthony y sus hermanos crecieron en “Pescaíto”, barrió donde también vivió el “Pibe” Valderrama, y jugaban ‘chechita’ en las calles. Allí convertían los palos de escoba en bates y las tapas gaseosa en bolas.
“Mi padre siempre jugó al ‘beis’ nunca me dejaba jugar al fútbol. A mí me gustaban fuertemente las dos cosas, pero en la costa el beisbol había bajado de categoría y yo quería ser jugador de primera línea, trinfar”, le dijo Anthony de Ávila a la Revista El Gráfico en 1987. Tony, como le decían, era shortstop y hasta los 14 años tomó el béisbol muy en serio. Pero al pequeño de 1,62 metros lo llamaron a la Selección Magdalena de Fútbol y el periodista Hugo Morales quedó impactado con su talento y lo llevó al equipo de la ‘Guerrilla Deportiva’.
La dedicatoria más polémica de un gol en Colombia, el “Pitufo” y los Rodríguez Orejuela
Morales llamó a Dr. Gabriel Ochoa Uribe, técnico del América, para que se fijara en De Ávila. En 1981 los “escarlatas” visitaron al Unión Magdalena y en el preliminar jugó Tony. Ochoa Uribe lo llevó a Cali y con solo 17 años debutó con el América. De su padre heredó la baja estatura y parte del apodo, como a Don Armando le decían “Pipón” el joven Anthony quedó como el “Pipa”. “Me encanta el béisbol. Estoy convencido de que hubiera sido un buen jugador”, le dijo a El Tiempo en 1990. Su padre cambió de opinión y no se perdió ningún partido de su hijo en más de 15 años de carrera.
El “Chamo” beisbolista
Radamel García fue un defensa que jugó en clubes como Santa Fe, Junior, Unión Magdalena, Tolima, Bucaramanga y Medellín. Ya siendo experimentado a comienzo de los 90 jugó en Venezuela y pasó por Táchira, Mineros, Monagas y El Vigía. Fueron casi 5 años y vivió con su pequeño hijo Falcao que también había nacido en Santa Marta. Hizo parte de las divisiones menores de El Vigía y para calentar los niños jugaban béisbol.
Falcao no tenía guante ni experiencia y al ir a atrapar una bola le pegó en la cara. Los compañeros del samario se burlaron y Falcao llegó a decirle a su papá que le enseñera. Radamel no solo practicó con su hijo, sino que lo mandó a probar a un equipo y el entrenador le dijo que era muy bueno, sobretodo por su rapidez para correr de base a base. “Me acuerdo que lo rotaban en la primera base, de pitcher. Él era muy hincha de Omar Vizquel, porque lo veía en béisbol. También le agradaba Ozzie Guillén”, dijo alguna vez Radamel García.
“Beso a beso”, el baile de Falcao celebrando su primer gol oficial
Falcao jugó en el Tamanaco y dicen que alguna vez estuvieron cerca de seleccionarlo a un campeonato nacional de béisbol. Finalmente, el “Tigre” regresó a Colombia y se instaló en Bogotá donde comenzó con el fútbol en serio, aunque no dejó de ser hincha de Navegantes del Magallanes. En una entrevista con France Football dijo alguna vez: “Me encanta el béisbol. Cuando era pequeño, en Venezuela, donde crecí, era el deporte que practicaba, a muy buen nivel. A menudo lo hablo con mi esposa. Creo que cuando termine mi carrera futbolística comenzaré como jugador profesional de béisbol, al igual que Jordan. ¡Quiero ser el primero en tener éxito!”.