Las fuertes multas que los juveniles debieron pagarle a Eduardo Lara

Ha sido uno de los entrenadores que más figuras tuvieron en las Selecciones Colombia Sub 17 y Sub 20. Como todo técnico estuvo expuesto a las críticas y algunos consideraron sus métodos muy estrictos. Varios de sus dirigidos debieron desembolsar dinero por sus actos y luego este fue usado para otras actividades.  

“En la Selección no permito nada de pelos pintados, mechudos, aretes, jugadores con ‘vinchas’, colitas, nada, porque ellos están en proceso de formación y deben ser serios e impecables en su aspecto”, le dijo alguna vez Eduardo Lara al El País de Cali. El técnico vallecaucano dirigió al Boca Juniors de Cali, a las selecciones departamentales del Valle, el Expreso Palmira y logró el ascenso a la A con el Deportes Quindío. Desde 2002 se hizo cargo de la Selección Colombia Sub 17 y en el Mundial de Finlandia 2003 ocupó el cuarto lugar.

Allí tuvo a importantes jugadores: Libis Arenas, Cristian Zapata, Pablo Armero, Fredy Guarín, Harrison Otálvaro, Sebastián Hernández, Adrián Ramos, entre otros.Con varios de esos jóvenes quedó campeón del Sudamericano Sub 20 de 2005 en el Eje Cafetero. Del equipo también hacían parte otras figuras como: Camilo Zúñiga, Carlos Valdés, Abel Aguilar, Juan Carlos Toja, Christian Marrugo, Falcao García, Wason Rentería y Dayro Moreno.

Hubo algunas excepciones en el reglamento de la presentación personal como con Rodallega y Dayro Moreno que ya llevaban varios meses como jugadores profesionales. Las multas por llegadas tarde, incumplir el código de vestuario o utilizar dispositivos electrónicos en horarios no permitidos eran pan de cada día. Antes de viajar a Holanda para el Mundial 2005 la selección tuvo una gira por Corea del Sur. En una charla con el Diario La Patria de Manizales, Mauricio Casierra contó lo que vivieron en ese viaje.

La delegación se hospedó en un hotel que tenía un centro comercial en el primer piso. A la hora del almuerzo era común que las personas dejaran sus negocios abiertos sin mayores inconvenientes. “Y Libis Arenas, nuestro portero, se percató que las oficinas estaban abiertas, entró a una de ellas, cogió el teléfono, llamó a Colombia como si nada. Y así empezó el ejercicio diario”, recordó Casierra. Luego varios de los jugadores hicieron lo mismo hasta que Eduardo Lara se dio cuenta.

Arenas debió delatar a sus compañeros y cada uno debió pagar 100 dólares de multa. Todo ese dinero se recolectaba y se destinaba a actividades culturales como ir a cine o tener algunas comidas especiales. Se llegó a decir que, en multas, Libis Arenas debió desembolsar cerca de 2 millones de pesos. El chocoano parecía tener un gran futuro, pero su indisciplina nunca le permitió desarrollar una gran carrera.

Eduardo Lara luego dirigió a la selección de mayores y clubes como el América de Cali. Por supuesto allá era difícil que impusiera su régimen a jugadores experimentados, pero si se lo exigía a los jóvenes por más que estuvieran en el equipo profesional. Este código de conducta y presentación personal ha sido criticado por unos y defendido por otros. Sobretodo porque cada vez los jóvenes ganan dinero desde más temprana edad, están las redes sociales y las diferentes modas año a año.

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