El ex delantero argentino, hoy comentarista de fútbol, despertó la rabia de la hinchada Xeneize en un partido de un Torneo de Verano. Una celebración que quedará para siempre en la historia de la rivalidad entre dos clubes grandes que disputan un clásico.
Latorre debutó en primera división en 1987 en el plantel de Boca Juniors. A pesar de que nunca hizo inferiores en este equipo, fue un ojeador el que lo acercó al profesionalismo integrándolo al frente de ataque del club bonaerense junto a Gabriel Batistuta y Alfredo Graciani. Boca fue prácticamente su casa y en donde más partidos disputó en toda su carrera.
Para 1999, Latorre vestía la camiseta de Racing. Tras haber estado unos años en Europa, ‘Gambeta’, como era conocido, había regresado a su país y después de dos temporadas en La Bombonera, fichó por ‘La Academia’. Los problemas internos que atravesaba el equipo Xeneize lo hicieron cambiar de aires. Además, una dura frase que pronunció en su momento en donde dijo: “Boca parece un cabaret”, le hicieron ganarse la enemistad de los hinchas.
A principios de 1999, se disputaba el clásico Torneo de Verano en Argentina, en donde los clubes juegan la pretemporada de cara a lo que será el año competitivo. El 6 de febrero, en el Estadio de Mar del Plata, Racing y Boca se enfrentaban por la copa de aquella ciudad. El triunfo se lo llevaría el equipo de Avellaneda por 2 – 1, no obstante, el gran recuerdo de ese encuentro estaría en la celebración del primer gol.
Al minuto 62, Rubén Capria desbordó por la banda derecha tirando un centro atrás que Diego Latorre aprovechó para sacar un fuerte remate y vencer a Óscar Córdoba. Latorre salió corriendo casi hasta la mitad de la cancha en donde lo abrazaron sus compañeros. Mientras festejaba con su equipo, giró la mirada hacia la tribuna en donde estaba la hinchada de Boca y despectivamente se tapó la nariz, un gesto que suelen hacer lo rivales del cuadro Xeneize con relación a su estadio.
Este acto causó bastante polémica y agravó la relación entre la hinchada de club azul y oro con el delantero, quien en su momento fue considerado uno de sus ídolos de los años 90. Tras este partido se cerraron prácticamente todos los vínculos entre Latorre y el equipo que le dio la oportunidad de debutar en primera.