A pesar de nacer en Medellín, Carlos Fernando Navarro Montoya siempre se sintió más argentino. Su padre, Ricardo Navarro, había venido del sur del continente a tapar en el DIM en 1966 y por eso el destino lo puso en nuestro país.
El ‘Mono’ se fue con su papá a Argentina y allí creció siguiendo los pasos del guardameta. Alfio ‘Coco’ Basile lo puso a debutar en Vélez Sarsfield con 18 años en 1984. Un año después la Selección Colombia se disponía a jugar las Eliminatorias a México 1986.
Pedro Antonio Zape, histórico arquero, era el titular del equipo que dirigía Gabriel Ochoa Uribe. Tapó el primer partido contra Perú y en el segundo contra Argentina se lesionó. Luis Octavio Gómez lo reemplazó en los siguientes tres compromisos, pero el técnico decidió convocar al joven Navarro Montoya. Su primer encuentro fue en la victoria de la ‘Tricolor’ 2 – 0 contra Venezuela en ‘El Campín’.
La selección ocupó el tercer lugar del grupo y debió enfrentarse a Paraguay por un cupo al Mundial. En Asunción ganaron los ‘guaraníes’ 3 – 0 y en Bogotá fue victoria de los locales 2 – 1. El ‘Mono’ atajó los dos partidos y tras la eliminación de Colombia nunca más volvería a vestirse con la ‘Tricolor’.
Navarro Montoya tuvo un paso por Santa Fe en 1986 donde los albirrojos no lograron clasificar al octogonal final. Luego volvería a Vélez y de 1988 a 1996 fue arquero de Boca Juniors. Su buen rendimiento con los Xeneizes hizo que lo pidieran para la Selección Argentina y a pesar de tener doble nacionalidad nunca pudo hacerlo porque ya había jugado para Colombia.
El nacido en Medellín presentó varios recursos a la FIFA, pero nunca lo aceptaron. “Lamento no haber podido jugar en la selección del que yo considero mi país”, ha dicho el ex arquero. También sobre su decisión de aceptar la convocatoria en 1985 ha expresado: “Fue una decisión que con la edad que tenía fue apresurada. Creo que más allá de poder jugar con el país donde uno nació y toda la posibilidad de participar en un Mundial, con el paso del tiempo uno sabe que fue una decisión que tenía que haberla meditado más”.
Cuando se le preguntó si aceptaría otra convocatoria de Colombia esto respondió: “Sería una falta de ética de mi parte y una falta de respeto hacia la afición de la Argentina y hacia todos los que me han apoyado para lograr concretar el sueño de jugar en la Selección Argentina. Lo digo sinceramente, yo tengo asumido el compromiso conmigo mismo de que si no se llega a concretar la posibilidad de la habilitación, mi carrera a nivel internacional en selecciones nacionales estaría cerrada. Mejor dicho, si no lo hago para Argentina, no tapo para nadie”. Y así fue, Navarro Montoya nunca volvió a jugar para una selección.
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