Una de las imágenes más recordadas que dejó la Eliminatoria a Corea y Japón 2002 fue la que protagonizaron en arquero paraguayo y el lateral brasilero. Parecía que el final del partido iba a terminar en paz, pero ocurrió un sorpresivo hecho.
Era la fecha 14 de las Eliminatorias para la Copa del Mundo 2002. Brasil, que estaba en el cuarto lugar de la tabla, recibió a Paraguay que cumplía una gran campaña y ocupaba el segundo lugar. En el Estadio Olímpico de Porto Alegre los locales se impusieron 2 – 0 con anotaciones de Marcelinho y Rivaldo.
Durante el partido se vio un pequeño roce entre José Luis Chilavert y Roberto Carlos. En un intento de media distancia del lateral que pasó desviado, el arquero hizo señas de que nunca le iba a lograr anotar desde allí y la respuesta fue un gesto con el dedo pulgar con algo de ironía-
Todo quedó ahí hasta que al final del compromiso se encontraron. Roberto Carlos había intercambiado la camiseta con otro jugador paraguayo y se acercó amistosamente a Chilavert. Repentinamente el guardameta lo escupió en su ojo y se fue a saludar a la tribuna.
“La gente en la tele sólo ve mi escupitajo y dirán que soy un soberbio pero deben saber por qué llega esa reacción, en cualquier ambiente de trabajo la gente se conoce, en el mundo del fútbol sabemos que Roberto Carlos es un provocador. Primero se pasa y luego no reconoce el error, se hace el fantasma y el inocente”, explicó Chilavert.
El paraguayo también acusó al defensor de gritarle “levántate indio’ cuando hubo una falta y cogerse los genitales para provocarlo. Además, previo al partido el técnico Luiz Felipe Scolari había comentado el sobrepeso de Chilavert y esto no le gustó al futbolista.
Roberto Carlos por su parte dijo: “Hay que comprender si Chilavert se pone nervioso, porque perdió y está en el final de su carrera. Él ha hecho mucho por el fútbol paraguayo, pero ya está de salida”.
Todo terminó en una sanción al guardameta de cuatro partidos, aunque después se redujo a tres. Sin embargo, fue algo doloroso para el capitán paraguayo porque se perdió el primer partidos del Mundial de Corea y Japón contra Sudáfrica.