El único africano en ganar el Balón de Oro

Europeos y sudamericanos han comandado las elecciones como los mejores jugadores del mundo. Sin embargo, un africano logró colarse en la selecta lista y hasta ahora ningún otro futbolista de su continente pudo hacerlo. Eusebio nació en Mozambique pero consiguió el galardón como portugués en 1965. 

A George Tawlon Manneh Opong Ousman Weah le decían la “Cobra” y es una leyenda viviente del fútbol mundial. Fue un delantero completísimo, donde la velocidad, la potencia, el gol y la inteligencia en el área configuraron sus características para laurearlo como el único africano en ganar un Balón de Oro de la FIFA.

Nacido en Monrovia, Liberia en 1966, el atacante debutó en la primera del Bongrange Company de su país a los 17 años. No tardó en demostrar su potencial para saltar a una liga mayor en África y en su nación también vistió las remeras del Mighty Barolle y en Invincible Eleven. Posteriormente emigró a Camerún y allí demostró sus dotes con el Tonerre Yaounde, consiguió una suma letal de 15 conquistas en 18 juegos y rápidamente lo depositarron en el poderoso Mónaco de Francia.

En 1988 llegó al club monegasco con el que disputó un total de 129 partidos (contabilizando Liga y Copa de Francia, Champions, Copa Uefa y Recopa de Europa). En el club del Principado marcó en 59 oportunidades y consiguió una Copa de Francia. Además de su ferocidad goleadora, Weah se destacaba por su humildad tanto en el terreno de juego como fuera del mismo.

Su capacidad ofensiva atemorizaba cualquier defensa y para ese entonces ya dejaba de ser una simple promesa para convertirse en destacada realidad. Justamente el Paris Saint Germain se interesó por sus servicios y en el conjunto capitalino sumó 48 tantos en 121 reuniones con el arco. Jugó tres temporadas en PSG, llenando sus laureles con un Le’ Championnat, dos Copas de Liga y una Supercopa Francesa. El liberiano recibía elogios de la prensa mundial, sus goles tronaban en los rincones del planeta y Weah se convertiría en una estrella.

El prestigioso Milan italiano posó sus ojos en él para el año 95 y se lo llevó por 7,5 millones de euros. Allí se consolidó como uno de los mejores delanteros de todos los tiempos. Anotó un total de 58 goles en cinco gloriosos años. Logró cosechar dos Scudettos siendo gran estandarte, participe y figura.

A partir de 1995, France Football amplió la elección del Balón de Oro para que lo ganara cualquier jugador del planeta y no solo nacido en Europa como era hasta el momento. Justamente ese año George Weah lo recibió así como el FIFA World Player.

Ya en los últimos recorridos de su carrera tuvo pasos fugaces por Chelsea, Manchester City y Marsella, antes de aumentar su cuenta bancaria en Emiratos Árabes Unidos. Weah nunca disputó un Mundial, pero en su selección marcó en 22 oportunidades en 60 cotejos siendo definitivamente el emblema en toda esfera de la humilde nación.